* Titulo:
Kannazuki no Miko (神無月の巫女, Kannazuki no Miko)
* Genero:
Romance, Drama, Mecha, Yuri.
* Creador:
Kaishaku
* Nº de episodios:
consta de 12 episodios
* Sinopsis:
Todo comienza con un sueño de Himeko Kusurugawa. Una chica que no puede hacer nada por sí sola. Es bastante torpe y tímida y hasta ahora siempre se ha refugiado en la protección de su gran amiga Makoto (Mako-chan). Es bastante pudorosa y debe apurarse en vestirse, o Mako-chan seguirá haciéndole fotografías mientras más se tarde en arreglarse e ir al Instituto.
Allí nos daremos cuenta que un grupo de chicas se pregunta dónde estará Chikane Himemiya a quien llaman Miya-sama, la manera “noble” de dirigirse a la joven que más admiran de toda la escuela. Ella es buena en los deportes, en los estudios, cocina espléndido y ha rechazado a mil y un pretendientes que se le han declarado, inclusive chicas.
Para variar, Himeko, esta niña torpe, junto a su amiga Makoto, correrán para llegar a tiempo a clases. La entrada del magestuoso edificio está precedida por una enorme escalera. Cuando Himeko vaya detrás de este grupo de chicas que mencionamos, sufrirá un accidente y comenzará a caer de espalda, pero alguien la toma de la mano y la levanta llevándola a su regazo y abrazándola, como protegiéndola.
Será el primer encuentro… al menos el primero que podemos apreciar en la serie. Todas las chicas quedan maravilladas al ver a Miya-san, pero despreciarán a la persona a la que le evitó un duro golpe. Consideran que no es digna de ser tan bien tratada por la perfección: hecha mujer.
Conoceremos también (y todo en un sólo episodio) a quien cierra este curioso triángulo amoroso. Su nombre es Oogami Souma. Un chico que desde pequeño ha estado enamorado en secreto de Himeko. Se conocen de años, de cuando viajaban ambos en su bicicleta y veían la puesta de sol. Hoy en su moto, ayuda a Himeko a llegar al centro comercial. La niña, inocente como ella solia ser, va en búsqueda del regalo perfecto para Chikane-chan, quien al día siguiente está de cumpleaños. Curiosamente, es el mismo día que el de ella. Oogami-kun sabe del cumpleaños de Himeko y decide invitarla a salir, cuando termina sus compras, pero ella se pone triste y se complica por la fecha de la cita. La verdad, está muy entusiasmada por la invitación que le entregó Chikane en el Jardín de las Rosas, un lugar que recordarán por siempre. La invitación es para una fiesta en la que ella (Himeko) es la invitada de honor. Oogami-kun se coloca nervioso por la respuesta de Himeko, toma su moto y se va.
Llega el gran día y están todos otra vez en el Instituto, pero algo malo comienza a suceder. Los Orochis comienzan a despertar en este mundo. Su misión, destruir a las sacerdotisas del Sol y la Luna, que como ellos han renacido. Los orichas se reencarnan en personas que han tenido pasados oscuros o a quienes este mundo sólo les ha dado malos tratos. Entre ellos está Oogami-kun. El monje del templo y hermanastro de Oogami, sabía que esto ocurriría algún día, pero no le había contado nada a nadie. Una Mecha, perteneciente a uno de los 8 pilares de orochis, captura a Himeko, quien se había devuelto a su habitación en busca del regalo para Chikane. Ella, que sabe lo que le ocurre a Himeko y al mundo, va en su ayuda sobre su corcel, pero es demasiado tarde. Himeko está sin respiración, cuando por fin logra ser liberada por sus esfuerzos. Chikane intenta reanimarla, pero parece imposible…
Oogami-kun con el sello maligno en su frente, recibe la orden de destruir a las sacerdotisas y su mecha hace su aparición, es de color verde y el más parecido a los Gundam que mencioné antes. Sin embargo, Oogami no se dejará manipular tan fácilmente por el poder del orochi y luchará contra otro de los pilares. Sin saber cómo, maneja a la perfección a su Mecha, con poder espiritual o algo por el estilo. Algo más consciente, dice que destruirá a esos que desean que mate a Himeko…
En medio de toda esta batalla, Chikane logra rescatar de una caida a himeko y en ese momento se da cuenta de que no respira con tal de salvar a su querida amiga ella descubre su pecho (observando con timidez) y trata de reanimar a su amiga. Luego, la sostiene en sus brazos y toma su mano, desesperanzada… Sin embargo, Himeko reaccionará apretando la suya y llamándola por su nombre. Así entre el super poder que lanzará Oogami contra el otro pilar y la alegría por ver a Himeko con vida, Chikane se acerca lentamente a la chica, que está semidesnuda en sus brazos y tiernamente le susurra: “Happy Birthday”… y la besa en la boca… la explosión del mecha destruido es sorprendente, así como cuando Himeko siente los labios de Chikane sobre los suyos. Abre unos ojos enormes, los que luego cierra lentamente. Lástima que más adelante, crea que Oogami le dio su primer beso…(en otro capitulo) Éste, tras su victoria, promete siempre proteger a Himeko con un potente grito.
Es el apasionante comienzo de la historia. Más tarde, nos daremos cuenta que Himeko y Chikane ya se conocían por una situación anterior, pero que la torpe niña había dejado de hablarle por una estupidez. El hermano de Oogami-kun les contará que ambas son las reencarnaciones de las Sacerdotisas del Sol (Himeko) y la Luna (Chikane). Juntas deberán despertar al espíritu que destruirá a los Orochis y salvará a este mundo del mal. Pero no será tan sencillo, porque se deberán someter a un entrenamiento para interpretar correctamente un ritual para devolverlo a la vida. Sin embargo, hay algo que siempre falla. Himeko cree ser la razón del problema…
Los meses avanzarán y Oogami empieza a salir con Himeko. Chikane desea que ella sea feliz, pero como la chica es muy indecisa (todo esto por su -patética- inocencia), esta situación terminará aburriéndola y su perfecto comportamiento, junto a su tolerancia, pasarán el límite y tomará una drástica decisión… con eso, también llegaremos al punto más extremo de la historia... una desgarradora violación.
Los orochis seguirán atacando, mientras las sacerdotisas se preparan, pero las cosas cambian tras la decisión de Chikane, quien inclusive se apodera del traje que le correspondía a la otra sacerdotisa.
Allí nos daremos cuenta que un grupo de chicas se pregunta dónde estará Chikane Himemiya a quien llaman Miya-sama, la manera “noble” de dirigirse a la joven que más admiran de toda la escuela. Ella es buena en los deportes, en los estudios, cocina espléndido y ha rechazado a mil y un pretendientes que se le han declarado, inclusive chicas.
Para variar, Himeko, esta niña torpe, junto a su amiga Makoto, correrán para llegar a tiempo a clases. La entrada del magestuoso edificio está precedida por una enorme escalera. Cuando Himeko vaya detrás de este grupo de chicas que mencionamos, sufrirá un accidente y comenzará a caer de espalda, pero alguien la toma de la mano y la levanta llevándola a su regazo y abrazándola, como protegiéndola.
Será el primer encuentro… al menos el primero que podemos apreciar en la serie. Todas las chicas quedan maravilladas al ver a Miya-san, pero despreciarán a la persona a la que le evitó un duro golpe. Consideran que no es digna de ser tan bien tratada por la perfección: hecha mujer.
Conoceremos también (y todo en un sólo episodio) a quien cierra este curioso triángulo amoroso. Su nombre es Oogami Souma. Un chico que desde pequeño ha estado enamorado en secreto de Himeko. Se conocen de años, de cuando viajaban ambos en su bicicleta y veían la puesta de sol. Hoy en su moto, ayuda a Himeko a llegar al centro comercial. La niña, inocente como ella solia ser, va en búsqueda del regalo perfecto para Chikane-chan, quien al día siguiente está de cumpleaños. Curiosamente, es el mismo día que el de ella. Oogami-kun sabe del cumpleaños de Himeko y decide invitarla a salir, cuando termina sus compras, pero ella se pone triste y se complica por la fecha de la cita. La verdad, está muy entusiasmada por la invitación que le entregó Chikane en el Jardín de las Rosas, un lugar que recordarán por siempre. La invitación es para una fiesta en la que ella (Himeko) es la invitada de honor. Oogami-kun se coloca nervioso por la respuesta de Himeko, toma su moto y se va.
Llega el gran día y están todos otra vez en el Instituto, pero algo malo comienza a suceder. Los Orochis comienzan a despertar en este mundo. Su misión, destruir a las sacerdotisas del Sol y la Luna, que como ellos han renacido. Los orichas se reencarnan en personas que han tenido pasados oscuros o a quienes este mundo sólo les ha dado malos tratos. Entre ellos está Oogami-kun. El monje del templo y hermanastro de Oogami, sabía que esto ocurriría algún día, pero no le había contado nada a nadie. Una Mecha, perteneciente a uno de los 8 pilares de orochis, captura a Himeko, quien se había devuelto a su habitación en busca del regalo para Chikane. Ella, que sabe lo que le ocurre a Himeko y al mundo, va en su ayuda sobre su corcel, pero es demasiado tarde. Himeko está sin respiración, cuando por fin logra ser liberada por sus esfuerzos. Chikane intenta reanimarla, pero parece imposible…
Oogami-kun con el sello maligno en su frente, recibe la orden de destruir a las sacerdotisas y su mecha hace su aparición, es de color verde y el más parecido a los Gundam que mencioné antes. Sin embargo, Oogami no se dejará manipular tan fácilmente por el poder del orochi y luchará contra otro de los pilares. Sin saber cómo, maneja a la perfección a su Mecha, con poder espiritual o algo por el estilo. Algo más consciente, dice que destruirá a esos que desean que mate a Himeko…
En medio de toda esta batalla, Chikane logra rescatar de una caida a himeko y en ese momento se da cuenta de que no respira con tal de salvar a su querida amiga ella descubre su pecho (observando con timidez) y trata de reanimar a su amiga. Luego, la sostiene en sus brazos y toma su mano, desesperanzada… Sin embargo, Himeko reaccionará apretando la suya y llamándola por su nombre. Así entre el super poder que lanzará Oogami contra el otro pilar y la alegría por ver a Himeko con vida, Chikane se acerca lentamente a la chica, que está semidesnuda en sus brazos y tiernamente le susurra: “Happy Birthday”… y la besa en la boca… la explosión del mecha destruido es sorprendente, así como cuando Himeko siente los labios de Chikane sobre los suyos. Abre unos ojos enormes, los que luego cierra lentamente. Lástima que más adelante, crea que Oogami le dio su primer beso…(en otro capitulo) Éste, tras su victoria, promete siempre proteger a Himeko con un potente grito.
Es el apasionante comienzo de la historia. Más tarde, nos daremos cuenta que Himeko y Chikane ya se conocían por una situación anterior, pero que la torpe niña había dejado de hablarle por una estupidez. El hermano de Oogami-kun les contará que ambas son las reencarnaciones de las Sacerdotisas del Sol (Himeko) y la Luna (Chikane). Juntas deberán despertar al espíritu que destruirá a los Orochis y salvará a este mundo del mal. Pero no será tan sencillo, porque se deberán someter a un entrenamiento para interpretar correctamente un ritual para devolverlo a la vida. Sin embargo, hay algo que siempre falla. Himeko cree ser la razón del problema…
Los meses avanzarán y Oogami empieza a salir con Himeko. Chikane desea que ella sea feliz, pero como la chica es muy indecisa (todo esto por su -patética- inocencia), esta situación terminará aburriéndola y su perfecto comportamiento, junto a su tolerancia, pasarán el límite y tomará una drástica decisión… con eso, también llegaremos al punto más extremo de la historia... una desgarradora violación.
Los orochis seguirán atacando, mientras las sacerdotisas se preparan, pero las cosas cambian tras la decisión de Chikane, quien inclusive se apodera del traje que le correspondía a la otra sacerdotisa.
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